miércoles, 22 de agosto de 2018

Que hay detrás de las aplicaciones de Facebook


Que hay detrás de las aplicaciones de Facebook

Cuidado con lo que juega e instala “sin querer”

 Seguramente alguna vez haz utilizado alguna aplicación (app) desde tu red social favorita, en este caso tomaremos como funcionan las que se encuentran en Facebook. Por lo general son aplicaciones que suelen tener un sentido “divertido, premonitorio o interesante” todo ello precisamente para atraer tu atención y utilizarlas sin que te cuestiones nada, al final es un gancho para atraparte sin que te des cuenta y en otro caso más siniestro sería el equivalente de secuestrar tú información.


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La verdad es que detrás de ellas hay un secreto obscuro o bien que no es de tu conocimiento. La intención principal es obtener tus datos de perfil, información sobre cuáles son tus gustos, intereses,  preferencias políticas, religiosas, estado civil, etcéteras y muchos etcéteras más.






Toda esta información es conocida como “Big Data” y esta se resume en algoritmos que permiten hacer cálculos rápidos y así poner en tu pantalla de Facebook cosas con las cuáles puedes tener empatía o curiosidad. Te identificas, te llama la atención, le das me gusta o bien te sorprendes de la encuesta que te están pidiendo que hagas, en otros casos le das me gusta a páginas que no sabías ni que existían y en otros casos publicas cosas sin que tú la hayas hecho. En el mejor de los casos Facebook ayuda a sus clientes a darse a conocer y a ti te “ayudan” –como usuario- a tomar decisiones de compra y a ver cosas que te pueden interesar.



Recientemente Facebook ha estado en el ojo del huracán debido a que la empresa “Cambrigde Analytica” tuvo acceso a perfiles de más de 50 millones de personas,  que supone ayudaron en tiempos electorales en la elección del presidente de EEUU Donald Trump. Muchos creían que se trataba de un “hackeo” o bien de una venta directa de esta información por parte de Facebook a esta empresa, la verdad es que no se trataba de ninguno de los dos casos, se trató de información que damos día a día sobre nuestras vidas en esta red social, ¿Cómo lo hizo? Esta firma creo un aplicación (app) sobre un test de personalidad, de esos que suelen hacerse virales como otros que están de moda actualmente como “¿Cómo te verías como mujer?, ¿A qué Artista te pareces?, ¿Qué personajes de determinada serie eres?”. Millones de personas lo usaron sin saber que al hacer clic estaban cediendo su información personal, ese botón de manera figurada dice "Acepto que esta aplicación acceda a mi perfil".


Ahora bien todos sabemos cómo manejamos nuestras redes sociales, cuanto opinamos, compartimos,  damos “me gusta, me sorprende, me divierte” y un largo etcétera, digamos que es un juicio que usted hace y decide como opinar en determinado “post” ahora bien cuando usted utiliza estas aplicaciones usted no sabe con quién está compartiendo su información y como esta será usada, usted da “me gusta” y “comparte” sin saberlo.


¿Que pasa cuando “aceptas” a tal o cuál aplicación?

Al aceptar los términos y condiciones de la aplicación, tu información personal será almacenada en bases de datos –big data- con las cuáles comenzarán a invadirte de información en tu correo o perfil de varias redes sociales. Aunque esto no afectará más que en tu información, pues la aplicación no le traerá algún tipo de virus malicioso a tus equipos electrónicos. –según dicen- pero en la mayoría de casos es un virus llamado de otra forma. En sus sitios de internet estas empresas se definen como un sitio que se encargará de "brindarte horas de diversión", a través de juegos, trivias, encuestas, etcétera.

¿Qué información obtendrán de ti?
·         Fotografías
·         ID del usuario
·         Lista de amigos
·         Información de contacto (como email).
·         Información pública disponible.
·         Otra información personal
·         Detalles del equipo celular o de cómputo.
·         Localización.
·         Grupos a los que perteneces.
·         Número de clics.
·         Otra.

Mi recomendación es que sea consciente de lo juega e instala a través de Facebook ya que todas estas actividades recolectan información sobre usted y según “sabemos” por los dichos de estas empresas es que se utiliza para propósitos comerciales. Pero la verdad no sabemos del todo sobre el uso que le dan a nuestra información.

En el siguiente blog le enseñare a como revisar su seguridad en Facebook sobre la información que puede compartir con algunas de estas aplicaciones.



Eduardo Cano Félix
Apasionado de la Vida
Emprendedor, Bloguero y Marketero de Corazón

martes, 21 de agosto de 2018

Los extraordinarios días ordinarios


Los extraordinarios días ordinarios

El día de hoy me enviaron un audio en el que se reflexiona acerca de la vida en familia, de los pequeños momentos del día a día, de cómo a veces nos preocupamos tanto por el orden, la limpieza, la formación, lo que cuestan las cosas y el miedo que nos da que nuestros hijos disfruten todo lo que les damos, que lo aprecien y que sus estudios sean un instrumento para su éxito personal –en lo laboral- pero en lo emocional… ¿Qué hacemos? Nos enfocamos tanto en resultados que se nos olvida que se les puede caer el cereal, el vaso con agua, querer empaparse en la lluvia, querer estar encima de ti pegado –cómo si ellos supieran que no siempre será así- .

A continuación les transcribo este bello audio el cuál nos invita abrirnos, con un poco más de más de sensatez y humildad.




Julio Toral
Los extraordinarios días ordinarios.

“Si crees que la vida que tienes en familia la tendrás para siempre tal vez debas prestar atención a los días comunes esos que comienzan con cereal y terminan viendo películas, entre ellos están los días en que mis hijos jugaban con el perro, comían helados por los cachetes y se mecían en los columpios, tardes con manguera y lodo, qué los chiquillos terminaban en mi cama en aquellas noches de cine familiar.

Cuando mi primer hijo lloró en la puerta del Kinder pensé que siempre lloraría al separase de mi pero todo sucede por etapas y a su tiempo, entonces los problemas no parecían enormes, las alergias, el partidos perdido, peces y hámster que morían unos tras otro, pero en general el mundo en que vivíamos y la familia que construimos hizo sentir que la infancia era sólida y duradera.

Lo más bello de esa etapa fue mecerlos en mi regazo oliendo a talco y a cabello recién lavado, el beso y la bendición antes de dormir, me preocupaba que si no les leía un cuento antes de dormir no los motivaría  a leer y me entristecía si discutían por el turno del juego como si fueran a pelear por el resto de sus vidas.

Todas las etapas llegan a su fin, la pelota deja de botar por el jardín, los juegos de mesas se llenan de polvo, regalas la bañera de plástico y ahora esperas horas a que salgan de la regadera, la puerta de la recamara que siempre estuvo abierta de pronto un día se cierra, un día al cruzar la calle estiras tu brazo para alcanzar la manita que siempre estuvo ahí para agarrar la tuya y tu chico de trece años camina un par de pasos atrás pretendiendo no conocerte. Has entrado a un nuevo territorio llamado adolescencia y no conoces el piso en donde estas parado o parada.

El hijo que cargaste y cuidaste se ha transformado en un sujeto jorobado sobre una computadora., te preguntas si lo estás haciendo bien pues ya no hay marcha atrás, te preguntas si podrás sobrellevar el resto del día sin discutir y acabas agotada recordando aquellos días que parecían eternos y se han esfumado, las advertencias y consecuencias ya no funcionan, las charlas de sobre mesa ya no existen, haces lo que puedes como puedes, llenas el refrigerador, chofereas, negocias permisos, supervisas, asistes a las citas de calificaciones, dejas de asistir a los partidos e ignoras la recamara que parece ser sido bombardeada, te piden otra vez dinero, tratas de no hacer muchas preguntas, tratas de obtener todas las respuestas, vuelves a llenar el refrigerador, compras pizzas, te asomas por el balcón a ver la fiesta, aprendes a –textear- con ellos, aprendes a rezar por ellos, tus noches de sueños ahora son noches de alerta, te haces experta en leer entre líneas, en interpretar miradas, en determinar olores, te dice ¿Quiubo Má? Y de pronto estas de frente a una verdad que sabías desde hace tiempo y te negabas a enfrentar, ahora el joven no necesita ni que le prepares lunch ni que le cierres la chamarra, necesita tu confianza, te recuerdas a ti misma que habrá que dejarlos ir y practicas el arte de vivir el presente, saboreas cada minuto que tienes aquí y ahora, cenando con tu familia y diciendo buenas noches en persona, das el beso en la mejilla y la bendición en la frente aunque parezca que ya no les gusta.

No podemos cambiar el crecimiento de nuestros hijos pero podemos cambiar nuestra actitud ante ello, en vez de decir lo que deberían corregir piensas en lo superado y logrado por cada uno, porque en cualquier momento vas estar abrazando a tu pequeño de un metro ochenta de estatura y lo harás de puntitas para decirle al oído que lo extrañaras mientras hace su maestría en otro continente.

El torbellino de los cajones azotados y los ganchos caídos buscando un sudadera al son de la música estridente se han ido ya, la casa tiene una nueva clase de silencio, el galón de leche se vuelve agrió, por fin sobra una rebanada de pastel para ti pero ya no tienes apetito, nadie te pide que lo lleves a ningún lado, sin embargo los recuerdos que más deseo atesorar, los que querría volver a vivir son los momentos que nadie pensó en fotografiar esos ratos que pasaban a diario entre la cocina y el cuarto de tele, desayunar cereal en pijama y acurrucarnos a ver una película al final del día, me tomo mucho tiempo percatarme pero definitivamente lo aseguro qué el más maravilloso regalo el que compone mi más grande tesoro es el regalo de esos hermosos y perfectos días ordinarios.

Les deseo muchos días perfectamente ordinarios.

Me gusta mucho una frase que dice:
-Un hombre que se atreve a perder una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida.-Charles Darwin.

Eduardo Cano Félix
Apasionado de la Vida
Emprendedor, Bloguero, Carpintero Ocasional y Marketero de Corazón

jueves, 16 de agosto de 2018

A veces tenemos de más y no nos damos cuenta…

Este día es mi cumpleaños y desperté con una reflexión  “A veces tenemos de más y no nos damos cuenta” tuve la oportunidad de tener una infancia plena que a mis hijos volverían loco, tener la oportunidad de visitar el rancho de mi abuelo cuantas veces era posible es una dicha que me gustaría que mis hijos tuvieran. Compartir con una cantidad inmensa de familia, primos, tíos, conocidos y quienes cuidaban el rancho era algo que hoy me parece irreal. Trepando árboles, escalando cerros, ver animales en su hábitat, recoger frutos con la palma de mi mano, hornear pan, jugar, jugar y jugar sin la necesidad de un celular, tabletas, cosas de marca y todo lo que ahora parece ser “el deber ser”.

Vivimos un mundo que va muy deprisa, todos tenemos prisa, metas, horarios, que hacer, plazos que cumplir, fechas de entrega, de pago… estamos rodeados por un mundo que vertiginosa mente nos da información de todo el mundo en la palma de nuestra mano y ahora con la tecnología de las redes sociales y sus algoritmos nos definen práctica mente en el mejor de los casos que leer, que ver, que consumir, que querer, que odiar, con quien estar de acuerdo y con quien no, de que esperar mucho, las “fake news” y entre todo eso se nos pasa la vida con los ojos hambrientos de “ver” y con los dedos más ágiles de la historia para decir todo y nada.

Así que de repente queremos tener todo, queremos tomarnos la “selfie” con el café de la sirena cada vez que podemos, comprar le a tu novia o esposa lo “mejor”, bolsas, lentes y ropa de marca, utilizar el equipo de cómputo de la manzanita, tener un celular de alta gama y contar con cuentas en todas las redes sociales posibles. Queremos disfrutar intensamente descubriendo lugares, patentando visitas y conmemorando la “felicidad” a cada minuto. Dar testimonio de lo mucho que tenemos y somos.

Pero A VECES TENEMOS DE MAS Y NO NOS DAMOS CUENTA cuantos de ustedes han tenido una enfermedad que los ha postrado a una cama sin la habilidad si quiera de poder hacer sus necesidades por sí mismos, ¿cuantos de ustedes han tenido un familiar o un amigo en esas condiciones? Seguramente alguna experiencia, si no es así pues que afortunados son y esa es la premisa de mi reflexión con la que desperté: ¡Que afortunados somos! Tenemos muchos la oportunidad de valernos física y mentalmente por nosotros mismos y que pasa cuando nos  decimos que “no podemos” que es “difícil” ¿por qué nos saboteamos?, por qué no tenemos la habilidad y la fuerza de nutrirnos con las cosas pequeñas, interesarnos por leer, prepararnos y comprender mejor la historia de que nos precede, enfrentar nuestros demonios, cambiar los malos hábitos, dejar el celular y atender a la persona que tenemos enfrente… entre otras varias cosas más!

La respuesta está en cada uno de nosotros… no creen.

Mi invitación es: Invirtamos tiempo en lo que nos impulsa a ser mejor y valorar lo mucho que tenemos.

Para terminar les comparto una de mis campañas favoritas de marketing de la compañía de cascos de la marca “Bell” que dice: ¡Cómprate un casco del valor de tu cabeza!


Eduardo Cano Félix
Apasionado de la Vida
Emprendedor, Bloguero, Carpintero Ocasional y Marketero de Corazón

miércoles, 17 de mayo de 2017

¡NOS ESTAN MATANDO Y YO NO ME LLAMO JAVIER!


EN MEMORIA DEL BATO: JAVIER VALDEZ CARDENAS.



Los caminos a veces nos eligen… y cuando eso sucede me imagino uno debe de caminarlos.
Ediek Onac

          Siempre he intentado mantener mi blog al margen de la violencia que se vive en mi entorno, no por temor, si no por que es una tarea muy difícil de explicar, de administrar sin causar revuelos, de enfrentar sin salir raspado, sin ofender porque  por lo poco que hemos hecho como sociedad estamos todos embarrados de la misma asquerosidad, la inmovilidad, la frustración, la impotencia, hablar sobre la violencia es hablar sobre el gobierno, el narco y nosotros como sociedad.

Mi admiración y respeto hacía Javier es por la valentía de sus palabras, de vivir en el límite, cayendo de los filos, platicando con la fuente que justo había pasado eso que no le hubiera platicado más que al camarada fiel, al que conoce de mucho tiempo, al que es cómplice, al que es de confianza. Javier supo tocar esos terrenos en lo que se fue metiendo sabiendo que quizás no iba salir de ahí, me imagino como la espiral que sólo va hacia abajo, caer por él como un efecto “vortex”, adentrarse cada vez más y más. Así  Javier Cárdenas nos acercó a un mundo en donde nadie se quiere meter, espacios a los que la sociedad rehúye, imágenes que viven en el anecdotario de cualquier ciudadano que cuenta una, dos o tres historias sobre lo cerca que estuvo de no contarla, reflejos del gobierno que trata de encubrir, de ocultar y tratar de imponer el olvido inmediato, convertirte en una cifra, quitarte la persona, quitarte tu historia, arrancarte de la historia, así nada más.

A Javier lo conocí a lo lejos estudiamos en la misma facultad – Sociología de la UAS- , el de una generación ya egresada, en ese entonces era popular por su estilo, su forma de ser. Después en mi corta carrera como reportero me toco compartir la emoción de reportear de aprender a distinguir lo que es pasión y querer seguir adelante en una carrera tan difícil como la del periodismo, yo decide de dar mi paso al costado y continuar con mi desarrollo en lo comercial, el siguió adelante, se abrió camino y el camino lo encontró a él.  Al tiempo con la llegada de los “ciber tiempos” me lo encontré en Facebook, compartimos algunos “likes” y en algún momento comentar algunas diferencias sobre la percepción que tenía cada quien sobre la violencia. Siempre abierto reconoció mi punto, me reviro y acepto,  siempre le agradecí el gesto y más viniendo de alguien que conoció la violencia desde sus entrañas.

Javier fue víctima de lo que creía, él sabía que contar la verdad podía ayudarle a un descarriado tomar el rumbo correcto, a un puntero, a alguien que dejo de estudiar…  que dejo de soñar. Vi entonces a  Javier como aquel que construye un hospital para buscar la cura del cáncer y darse por satisfecho con salvar a una sola persona. Creo que con sus relatos, sus reportajes, sus columnas, sus libros no sólo salvo a uno sino salvo a muchos de ellos, de hecho nos quiso salvar a todos, pero esa tarea no estará completa si no lo leemos y le echamos la mano.

Javier cargaba su pluma junto con su libreta de reportero, de esas de la vieja escuela para escuchar y hacer garabatos, de mecanógrafo,  así lo volví a ver en una cantina y me pude percatar como le daba sentido a su compromiso como periodista, escribía igual de un mesero y una cacahuatera, al leer su “Malayerba” lo volví a conocer, le entraba todo, esperando que todos la roláramos, nos leyéramos, reflexionáramos, quería hacernos pensar,  buscando a tan sólo un alma que pudiera salvar, de advertirle que el camino fácil es muy traicionero, queriéndonos decir que la violencia es un laberinto de donde uno no sale, avisándonos que el hedor que nos rodea a todos,  todo el tiempo,  pero no estábamos listos para percatarnos de ello, como un valiente que le dice a su clica que se avienten, que le entren a los chingadazos aunque sabía que ese tiro estaba perdido antes de empezar. Así era Javier un idealista que escribió para ayudarnos a tener los pies en la tierra y recordarnos de lo que somos parte, de lo que dejamos de hacer pero también de lo que podemos hacer.

El día martes 16 del presente año me dirigí al punto de encuentro de la caminata de protesta, en las escalinatas de la catedral de nuestra ciudad –Culiacán-  fue un recordatorio de lo que  ha luchado el gremio desde mucho tiempo,  desde épocas donde la represión era el pan de cada día, la lucha por una sociedad más informada siempre ha existido, aunque se nos olvide, quien se dirigía a los medios era mi padre Jorge G. Cano,  mi padre hablo sobre la tragedia que vivimos, sobre la valentía de un hombre como Javier y recordar que antes de Javier han habido otros más, historias de coraje y de lucha, recordé inmediatamente a uno de ellos,  alguien que fue un maestro para mí -Humberto Millán-.
 
Recuerdo haber conversado con mi padre sobre Javier, veía como admiraba lo bien que le estaba yendo con sus libros, de lo bueno que era como persona y periodista, pero por un instante  se quedaba pensativo y después percibía yo una especie de incomodidad en su mirada, queriendo decir lamentablemente es por la realidad que vivimos… es un tema que siempre hemos compartido mi padre y yo  –esa manera en que se ve a Sinaloa-  del que no muchos estamos contentos, no nos queda más que cuidarnos y ayudar a los demás o a lo que se pueda. Javier creo pensaba igual, era una luz de esperanza, de valentía y que honraba la palabra.

Ir a la marcha era una oportunidad única para la sociedad de Culiacán, más sin embargo se cumplió lo que advertía Javier, alguna vez dijo “La gente prefiere ir por una televisión de esas que regala el pinchi gobierno en vez de reclamar la muerte de alguien”. Así otra vez la sociedad temerosa, incrédula, hipócrita que te leyó tantas veces no reacciono, tu muerte retumbo a todo México y en el extranjero pero lamentablemente aquí en tu tierra apenas fuimos unos pocos, los de tu gremio, los que te conocimos, los que sabemos lo peligroso que es tratar de acallar al periodismo.

Me imagino que te dio gusto vernos, unos pocos, pero locos, idealistas como tú, sabiendo que todos quieren saber la verdad pero nadie arriesgarse como tú con el propósito de encontrarla como dijiste: “En la Ciudad de México me preguntaron una vez cómo reporteaba en Culiacán, a lo que respondí: ‘Con una mano en el culo’. Por eso nadie me quiso saludar de mano esa vez”, dijo entre risas.” Añado que debe ser también con la vergüenza y dignidad de que alguien está haciendo algo.

Gracias camarada, gracias Bato, Javier Cárdenas.

Como decía un cartón de un amigo de él: “Seguro Javier ya le pidió a Dios darle la oportunidad de bajar al infierno a reportear”  

Yo estoy seguro no se sorprende de nada, el creció en Culiacán.

Eduardo Cano Félix
Free Lance, Emprendedor e incomodador por excelencia.







miércoles, 26 de abril de 2017

La confianza en tú negocio.

La confianza en tú negocio.




Hola amigos, estamos de vuelta con otro blog para compartirles el rol de la confianza en tu idea o sueño. Mi punto de vista es a partir de la experiencia que he venido adquiriendo con el paso del tiempo, con sus buenos y malos ratos. Se vale discernir, Espero les sirva.

Cuando emprendemos algo la mayoría de las veces la emoción es la que dicta el impulso de eso que queremos lograr, reconocer que la emoción tiene esa función es muy importante para incorporar otros elementos que te ayudaran a sentar las bases de esa futura empresa. Uno de esos elementos es la confianza.

Conocerán muchos las historias de soñadores que iniciaron su idea o sueño en garaje o un cuarto de universidad, el hecho es que inicialmente se dieron cuenta de forma personal que su idea podría funcionar pero en algún momento tendrían que involucrar más personas a su sueño, lo que implica compartir el deseo y la emoción que le ha dado origen a la idea –Confianza-. Hay un dicho que he elaborado para este caso el cuál dice:
“En la medida que puedas confiar e involucrar a los demás tu idea esta será la medida del éxito que obtendrás.

¿Creen Steve Jobs –Apple-, Bill Gates -Microsoft- y/o Marc Zuckerberg –Facebook- entre otros lo podrían haber logrado sin su equipo de trabajo?




Ahora bien cuál es el pegamento que une a un equipo, en lo personal creo que es la confianza, debemos de respetar la labor que hace cada quien, si queremos aportar algo a la visión general del negocio está bien, pero siempre debemos de respetar la forma en que cada quien visualiza el proyecto, de esta manera este será más rico y un sentido de compromiso más fuerte entre los miembros del equipo. Un ejemplo es la distinción de funciones, el diseñador diseña y el administrador administra, ambos pueden apoyar en la función del otro pero sin lugar a dudas habrá un momento en que ambos tendrán que entregarse a ciegas ese pegamento llamado confianza.


Confianza en tu sueño significa que sabes que puede funcionar, ahora bien que se necesita para que esto suceda.

¿Cómo enumeramos aquello que necesitamos, a qué le damos la mayor importancia?
Las posibles respuestas podrían ser:

La mejor maquinaria, Ubicación, El plan de trabajo, Un plan de financiamiento, El mercado objetivo, Es una idea innovadora…

Bueno para mí lo más importante es la CONFIANZA en tu equipo de trabajo, en el personal que abrazara tú idea y le añadirá más valor, aquel que te ayudará a ver tu idea desde otro plano.  Esas personas que te dirán como puede mejor el plan, que te pondrán a pensar y que cuestionaran las formas en que quieres llegar al objetivo deseado. No hay mejor persona en un equipo de trabajo que la que da su punto de vista aunque no lo entiendas, aunque ese punto de vista cuestione, aunque sientas  que no es lo que esperabas. Por otro lado no hay peor elemento en un equipo de trabajo que a todo le dice que sí y que no se atreve a cuestionar. Ahora bien esto provocado inicialmente por el líder, quien  invito al equipo de trabajo a ser parte de su idea, quien les entrego su confianza, si el líder no es capaz de transmitir su idea en el espíritu de la confianza en el equipo él será automáticamente un JEFE y sólo tendrá EMPLEADOS.

Una empresa es un equipo de trabajo, entre personas, que buscan los mejores resultados, que cuestionan como hacer mejor las cosas, que se involucran en las necesidades de la empresa de la que son parte.

La confianza es un gran aliado, sin duda al dar un paso hacia adelante a veces cuesta trabajo, podría sentirse como aventarse al vacío, pero si no damos ese paso estaremos condenados como emprendedores de una idea a no ser capaz de hacerla crecer más allá de nuestra capacidades personales, el equipo de trabajo y la confianza que tengas en él determinara el futuro de tu sueño y de la posibilidad que este evolucione y cada vez adhiera a más personas interesadas en crecer contigo.



También debemos reconocer los enemigos de la confianza, cuantas veces has sentido que no es confortable estar en un lugar con cierta persona, que tengas ganas de decir algo pero no lo haces por que no te inspira darle tu punto de vista, bueno ese tipo de situaciones y sentimientos tienen nombre, aquí les comparto algunos:

Egoísmo = Sólo yo lo puedo hacer bien
Autoritarismo = Es así porque digo yo
Desconfianza = ¿Lo harás bien?
Vergüenza = No me van entender
Complaciente = Me da igual si se logra o no



Ahora hablando de confianza enaltecemos un espíritu de trabajo que sin lugar a duda va desarrollar sentimientos que se verán en el trabajo del día a día:

Compromiso = Como ayudo para hacerlo mejor
Democracia = Como podemos enriquecer esta idea
Seguridad = Juntos podemos lograrlo
Competencia = Nos parece genial, qué más podemos hacer ahora?!
Confianza = Dos son más que uno

Como conclusión nos daremos cuenta como distinguir el equipo de trabajo  que hemos formado, si está basado en la confianza o únicamente con mi visión particular y mis limitaciones, de las dos formas se puede lograr resultados pero el tema es que para estos sean constantes serán los miembros de tu equipo quienes harán que las cosas sucedan aunque tú no estés presente.



Definición de confianza:
1.       1.Esperanza firme que una persona tiene en que algo suceda, sea o funcione de una forma determinada, o en que otra persona actúe como ella desea.
"tengo plena confianza en sus capacidades; la confianza que ha depositado el presidente del club en el entrenador ha fructificado "

2.       2. Seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida.

¡Gracias por leer y si puedes regalarnos tu opinión mucho mejor!
Eduardo Cano F.








miércoles, 29 de marzo de 2017

La moda de la "auto ayuda" y "el emprendurismo", lograr o no lograr!?

No le des razón a la mala suerte de lo que de inicio se hizo mal y cuando tu visión sea "más alta" procura que esta no se nuble por el optimismo desmedido.
En otras palabras no juzgues a la ligera y se humilde con lo que se dice o se piensa.
Ediek Onac


El acto de "emprender" en pos de "auto ayudarse" es una de las nuevas modas del presente milenio. Lograrlo es sin duda una de las grandes panaceas que podemos constatar en los medios de comunicación especializados en negocios -o no- donde se explotan estas “historias de éxito”. Pero la realidad a veces está más cerca de lo que parece, cuando nos alistamos en emprender pasa que perdemos el foco, la intención y nos distraemos. Por lo menos debemos de tener conciencia de que ese día perdimos el entusiasmo pero tendremos una nueva oportunidad de hacer las cosas de mejor forma así como llega cada mañana. Para ello tenemos que hacer un ejercicio de auto crítica para el cuál a veces no estamos preparados, es muy fácil motivarse en un curso o por un artículo -como este-. El tema es tener en cuenta que somos nosotros la diferencia más grande entre lograr lo que te propusiste y no, por ello es importante saber que la "auto ayuda" que estás buscando viene en el mejor envase que no por casualidad eres tú.

Cuando quieres emprender un proyecto, un estudio, un negocio, invertir, hacerte de un bien material se necesita ese enfoque que nos lleve a lograr cada etapa de lo propuesto, elaborar un plan por elemental que sea, fijar una imagen mental, palpar tus deseos en un mapa con imágenes impresas de las que puedas apoyarte para mantener clara la meta pueden ser de mucha ayuda. Más sin embargo si buscas el motor e incentivo fuera de tu persona sin duda estarás preparándote sin querer para vivir en una espiral de "auto ayuda" de manera continua.

Para mi ver vivimos una especie de moda donde la "auto superación" y "emprender" han sido secuestrados por el estado mismo, los políticos, escuelas y universidades, revistas, cursos y muchas cosas de más. A qué se debe, para mi es casi seguro que es debido a que no tenemos una educación creativa y crítica, como todo en la vida "son garbanzos de a libra" quienes consiguen sus metas, mientras la gran mayoría se quedan en el camino, de esta forma esta moda se alimenta vorazmente de jóvenes y otros no tan jóvenes de sus fuerzas económicas y mentales, creando una perspectiva de que con el simple hecho de asistir a su curso, leer su revista, asistir a su conferencia, o ser parte de su "networking" estarán logrando lo que se han propuesto. Las incubadoras parecen entonces generadoras de bases de datos de ideas buenas y no tan buenas con el beneplácito de quienes las promueven, se convierten en capital político y tangible al tener que invertir –dinero de tu bolsa- en un "estudio", "evaluación", "capacitación", “libro” y o “producto” claro antes de iniciar el negocio.

Para lograr tu proyecto se necesita mucho, pero mucho trabajo, mucho coraje para no salir de tu carril y de vez en cuando cuestionarte porque sigues en él. En mi experiencia he iniciado muchos proyectos, muchos de ellos han perecido en menos de dos años o peor aún antes de concebirlos, otros tienen la fortuna de mantenerme, más sin embargo sólo son otro escalón para lograr algo que perdure, suena ambicioso, pero no puedes equivocarte si no lo intentas, es decir, el mejor maestro es la experiencia que vas generando por los triunfos y fracasos obtenidos, creo que la moda de "auto superación" y "emprendurismo" debe de tener algo bueno, pero quizás deberían de añadir un nota al inicio de todos ellos donde diga: "La teoría no sirve de nada si no la pones en práctica" Por favor si tienes otra compártela al final.

Y es ahí donde cuestiono el "interés" de organizaciones públicas y privadas en mantener un negocio donde el único objetivo parece ser es que siempre estén necesitando de esta moda, ya sea como política del estado o como iniciativa privada, la pregunta necesaria es ¿cómo se evalúan estos "evaluadores" de proyectos?. Cuantos jóvenes que han estado dentro de esta moda son ahora empresarios, cuantas empresas han crecido y han generado más oportunidades de empleo y negocios. Dice una máxima sobre la mejora continua que "no se puede mejorar lo que no se puede medir". Entonces cuál es el raiting de éxito que tienen estos cursos, estas incubadoras, estas políticas y esos recursos que se destinan a proyectos que a veces nacen muertos, tal vez no por culpa del alumno si no del maestro. Por ello lo mínimo es que averigües con quien te brinda el mejor servicio y su raiting de éxito.
Como conclusión es importante entender que la base del éxito es la preparación, investigar, estudiar y practicar, si buscamos que alguien más hago esto por ti –a menos de que lo pagues y a veces ni así-  no va a suceder gran cosa. No puedes dejar en manos de terceros lo que depende de ti y sobre todo lo que tú añoras lograr, así que tu hambre de éxito es la medida del triunfo que puedes obtener.

Si tienes alguna experiencia positiva o negativa te agradecemos nos las compartas.

El interés principal de este blog es generar una visión crítica y objetiva, informarse y compartir puntos de vista que te ayuden a lograr lo que sea que te propongas.

Eduardo Cano

jueves, 23 de marzo de 2017

Qué pasa en Culiacán…



Cuando tuve la oportunidad de vivir fuera de mi ciudad –Culiacán- constantemente mis compañeros de trabajos, familiares, conocidos no dudaban en preguntarme ¿Qué pasa en Culiacán? Y la respuesta más que automática era casi visceral… mi respuesta era “Pasa lo mismo que va a pasar aquí –en donde estuviera-”
Una de las obligaciones del “Estado” – como ente- es ejercer su deber de educar y formar a la sociedad, situación más “aspiracional” ya que ha sido rebasado por décadas, hay una gran cantidad de ciudadanos que no ven o tienen mayor aspiración que comer algo y así la cosa se simplifica pero muestra la complejidad del caso. Dice el dicho “que las penas con pan son menos” esto cuando existe la posibilidad elemental de alimentarse, cuando esto no se da el tener las mínimas condiciones de éxito es casi imposible.
La moneda de cambio de los partidos políticos son los pobres, buscan su voto, se toman fotos, les prometen muchas cosas y después son olvidados, como lo han sido por décadas. Si no nos ponemos en los zapatos de los que nada tienen, no puede haber una estrategia social, de políticas públicas, de un sentido que ayude a lo mínimo, no existe la planificación familiar, difícilmente se promueve un plan de vida, no hay un modelo que ayude a forjar un sentimiento de compromiso y responsabilidad consigo mismo, la familia y la nación, no perseguimos ideales, parece que la clase política con su desdén ha cavado su propia tumba, no quiso ver una realidad que ahora los carcome y acaba con la sociedad.
Será que ahora somos más salvajes que antes –hay menos pan y también menos ideales-, no estamos acostumbrados a la crítica, cualquier ejercicio de dialogo será sometido entre los individuos ya que se antepondrán sus necesidades –las propias- sobre cualquier lógica o razón en favor de la sociedad,  nos podemos ver en el espejo en cualquier esquina en donde no respetar señales de tránsito es lo más normal, es como si fuera una declaración –si el estado no se ocupó  por mí por qué yo de los demás- es una óptica nada más, aclaro habrá quienes en su pobreza económica –no mental- han buscado o son un buen ciudadano y ahí es donde la familia ayuda al estado inculcando valores pero si en la mayoría de las familias lo que falta es pan a veces en lo último en que piensan son en valores.
Reflexionaba hace tiempo que las personas que han sido desplazadas de la sierra, de pueblos y comunidades pesqueras no tienen las herramientas mínimas para salir adelante, no hablemos de valores y moral -no saben convivir en una ciudad- (Cualquier día manejando en Culiacán te lo comprueba). Para ponerlo en otro contexto quisiera ejemplificar lo que sucede con nuestros migrantes, ellos dejan nuestro país en busca de mejores condiciones de  trabajo y calidad de vida pero al llegar al otro lado –si llegan- se tienen que incorporar a un sistema de valores, de reglas civiles, de un ideal –el sueño americano- en donde al trabajar pueden forjar una nueva vida. Pues bueno aquí –en Culiacán y todas partes de México- no incorporamos a estas personas - que vienen a la ciudad a buscar una mejor vida-  ningún ideal o valor de sociedad o comunidad
Sin duda que en las colonias, barrios, vecinos de cuadra existe una oportunidad de promover el sentido de “comunidad” pero no sabemos cómo, no hay propulsores en el estado para promover políticas públicas que busquen integrarnos y para aquellos que vienen de fuera es casi imposible generarle un sentimiento de pertenencia que nos genere a todos una oportunidad para sentirnos y estar más seguros, ya no se diga próspero más que con lo elemental.
Si han escuchado nuestro himno nacional verán algo de nuestros “ideales de nación” parecen difusos, alegorías a la violencia y muerte exaltada por los dedos de cada mano de dios. Hace tiempo escuche a una gran compositor Sinaloense “Ferrusquilla” diciendo que le daba pena escuchar el son del “Sinaloense” y no es para menos, si el himno habla de violencia este “son” es la alegoría al vale madrismo entre otras cosas. El tema es que eso que escuchamos de una forma u otra genera un referente sobre ideales, que este bien o no, pues se puede discernir a consta de la educación de cada quien, pero cuando hablamos de personas que no han sido preparados para hacer el mínimo de los juicios de valor que ayuden a distinguir entre lo bueno y lo malo se vuelve una cuestión imposible
Es por eso la respuesta que daba “Pasa lo mismo que va a pasar aquí” ahora esto se replica en todo el país con sus características en cada región. Sin capacidad de formar, educar y generar empleos que ayuden a una filosofía de vida el futuro se ve muy obscuro.
Los campos pesqueros desaparecen sin ninguna promoción de fuentes alternas de trabajo, es el ejemplo para cualquier otro modo de producción del siglo XX, con menos industria y olvidando la tecnología, apoyos y más apoyos del gobierno que consiste en sólo repartir dinero, eliminación de la cultura de forma sistemática.
Dicen que “las salidas fáciles no son buenas” pero cuando no haces tú chamba –gobierno- otros lo aprovechan y ese par de manos que podría haber sido aprovechadas construyendo algo bueno se han convertido en manos que destruyen. La omisión de valores nos condenan a una espiral que va sólo hacía abajo.
Ayudemos a los que menos tienen en lo económico, en lo moral, en ideales. Debemos de ayudarles hacerles llegar el pan en su mesa y sobre todo un plan de vida que les ayude a formar parte una sociedad trabajadora que fortalezca la comunidad donde se convive todos los días.


Eduardo Cano F.